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lunes, 19 de noviembre de 2007

Los Alabarderos





En el seno de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, existían antiguamente varias cofradías que tenían su origen en la Edad Media y habían pertenecido originalmente a la primitiva iglesia de San Juan Bautista. Su función fue, durante siglos, el cuidado de los enfermos del Hospital y el enterramiento de los difuntos propios del mismo, de los miembros de las citadas cofradías y de los vecinos sin posibilidades económicas.
A mediados del siglo XVI, es fundada, por una de estas cofradías, la Hermandad de Alabarderos del Santo Sepulcro para dar mayor realce a las celebraciones de la Semana Santa.
Con el tiempo, las cofradías fueron desapareciendo y con ellas la Hermandad que la única entidad que se recupera en 1970.
El sustento económico de la Hermandad procedía de las cuotas de sus miembros, una subvención del Ayuntamiento, la colecta de Viernes Santo y el cepillo del denominado Santo Sepulcro. Con ello se podía mantener el vestuario, los pertrechos, los Pasos de la Procesión y la organización de los actos procesionales.
La Hermandad guardaba sus ahorros en una libreta de Ibercaja en la que tenían disposición CONJUNTA, el sacerdote, Isidro Berenguer Tomás, en calidad de Coadjutor, José Miguel Fiestas Lorda (Ver plano, finca nº 10) en calidad de Presidente y yo mismo, Miguel Fox Sans, en calidad de Tesorero.
No tardo en darme cuenta, que en la libreta empiezan a aparecer domiciliaciones de recibos y reintegros de dinero que son ajenos a la entidad y que descubro que corresponden a gastos privados del sacerdote (seguros, Asociaciones Culturales, contribuciones, etc.). Inmediatamente me dirijo a él para que retorne las cantidades retiradas.
Habiéndoselo comunicado al Presidente (aunque él ya es conocedor de la situación porqué al ser una libreta conjunta hacían falta dos firmas para retirar el dinero y yo nunca firmé), mis relaciones con el cura párroco se deterioran hasta tal punto que, habiendo conseguido la devolución total del dinero (finalmente noventa y seis mil ciento cincuenta y ocho pesetas), presento mi dimisión como miembro de la Hermandad el día cinco de abril de 1995.

1 comentario:

José Manuel dijo...

hola miguel
saludos, soy balere
animo con tu cruzada, hace tiempo que el caziquismo y el "por mis cojones" no tenian que existir pero parece que en este pueblo todavia perdura